jueves, 2 de junio de 2011

Pole dance. Parte I

Un deporte sensual

El pole dance es avalado como una disciplina deportiva por la Word Pole Dance Federation y la American Pole Fitness Association. A través de este deporte se pueden quemar 600 calorías por clase

Para las mujeres, sentirse sexy aumenta la confianza en sí mismas y les permite sentirse hermosas y atractivas. Pero ¿sabemos exactamente cómo proyectar esa sensualidad? Actualmente, eso ya no depende sólo del vestuario, maquillaje o peinado, sino de algo mucho más interior.

Para algunos es un baile vulgar, para otros un deporte. Sin embargo, el pole dance, como rutina de entrenamiento, trabaja una serie de ejercicios cardiovasculares con mancuernas, barras, movimientos de danza y pilates, que permite aumentar la autoestima y contribuir a que la mujer se sienta bella.

Aunque en Venezuela este deporte se dio a conocer hace muy pocos años, el pole dance tiene sus orígenes en los años 1800, en el Mallakhamb, un tradicional deporte hindú, realizado por hombres con una cuerda o un palo de madera, en cuyos ejercicios incorporaban el yoga y la gimnasia para aumentar la fuerza y el volumen muscular.

Luego este baile se vio reflejado en la década de los años veinte cuando se organizaban ferias ambulantes que viajaban por varias ciudades para entretener a la población. En una de las carpas había un espectáculo de bailarinas eróticas que utilizaban un pequeño escenario para bailar de forma sugestiva. Debido al reducido espacio, las bailarinas se acercaban al tubo que sostenía la carpa y lo usaban como instrumento para bailar.

A partir de los años cincuenta el tema del pole dance pasó desapercibido hasta que se retomó esta actividad en los bares de striptease en Canadá y Estados Unidos. Sin embargo, no fue sino hasta la década de los años noventa que la canadiense Fawnia Monday transformó este baile en un uso cotidiano para ejercitar el cuerpo de cualquier mujer.

Pole dance. Parte II

La pionera en Venezuela

En Venezuela, el pole dance sólo se podía encontrar en bares nocturnos. Sin embargo, su auge comienza hace aproximadamente ocho años con la iniciativa de Joy Almenara, quien hoy día además de continuar siendo instructora es la directora del estudio Joy Pole Dance, representante oficial en Venezuela de la World Pole Dance Federation y miembro fundador del World Pole Dance Comite.

“Todo comenzó una noche cuando un amigo me llevó a un burdel y en ese sitio había una gorda bailando en un tubo. Yo me sorprendí muchísimo, fue algo que me impactó a simple vista, en ese momento me dije: ‘o yo aprendo a hacer esto o me dejo de llamar Joy’. Nadie me quería enseñar y por cosas de la vida una prima de Londres me llamó y me contó que tenía una escuela de pole dance”, comentó Almenara.

Para Joy no fue fácil aprender esta disciplina, ya que no sólo fue un sacrificio físico, sino emocional, porque perdió muchas amistades. Pero, la entrega por esta práctica le permitió seguir adelante y comenzar a dar clases de pole en su propia casa. “Muchas mujeres me buscaron para que les diera clases en mi casa. Llegó un momento en que la gente no cabía y empecé a buscar otro sitio más amplio y apropiado para dar clases”.

Es así como hace tres años nace la academia de Joy Pole Dance, la primera en Venezuela y la segunda en Latinoamérica, la cual ha tenido tanto auge que actualmente se reciben alrededor de 300 alumnas cada seis meses.

Pole dance. Parte III

Oficialmente un deporte

Este baile ha evolucionado tanto que hoy día se ha convertido en una actividad física, la cual es reconocida como una disciplina deportiva por la Word Pole Dance Federation y por la American Pole Fitness Association. Almenara explica que el origen de esta nueva visión se le da en Londres, en donde se practicaba más como una gimnasia olímpica, y allí se dieron cuenta de que la barra en vez de ser horizontal tenía que ser vertical.

Por su parte, Sandra Requena, profesora de la academia Vertical Dance Fitness, explica que la técnica incluye conceptos de gimnasia, danza, acrobacia, arte y sensualidad, y que además requiere de un desarrollo progresivo de fuerza, flexibilidad, elasticidad, habilidad, coordinación y resistencia para trabajar sobre la barra vertical. “El pole dance exige el desarrollo de una gran fuerza muscular en los brazos, el abdomen y las piernas para poder manejar el peso del cuerpo. Es una actividad netamente fitness”, acotó.

Pole dance. Parte IV

Beneficios físicos y emocionales

Esta mezcla de sensualidad con actividad física genera grandes cambios, a todas aquellas mujeres que lo practicaban. Según los beneficios expresados en la página www.verticaldancefitness.com.ve, a través de este deporte se pueden quemar hasta 600 calorías por clase, desarrollando y tonificando la masa muscular. Además, de aumentar la confianza de las mujeres en sí mismas.

Requena afirma que el pole dance es una excelente manera de moldear la figura, a través de una disciplina muy divertida que genera una buena relación entre alumnas e instructoras. Además, explica que este baile “te permite corregir la postura, ya que brazos, glúteos y abdomen deben estar contraídos para tener el cuerpo alineado al realizar los diferentes movimientos en la barra, mejora el equilibrio y lo mejor de todo mejora la autoestima, coordinación y expresión corporal, te sientes segura contigo misma”.

Pole dance. Parte V

Un deporte para todas

Para poder trepar la barra y hacer todos esos movimientos no es necesario tener características físicas específicas. Verónica Jiménez, profesora de la academia Joy Pole Dance, dice que para practicar pole dance lo importante es tener ganas. “El pole dance es un deporte que te permite mejorar tu figura y no necesitas tener una contextura específica, sino ganas y dedicación”.

Jiménez asegura que para ella el pole dance es su profesión. Actualmente está entrenando a 17 alumnas. “Tengo alumnas en edades comprendidas entre los 23 y 45 años. Hay unas que son más gorditas que otras, pero al final todas consiguen lo que buscan: una mejor tonificación para su cuerpo”, expresó.

En la academia Joy Pole Dance las clases se brindan en tres niveles de dos meses de duración cada uno. Jiménez explica que “se empieza por aprender a caminar elegantemente, a sentarse y a levantarse con estilo, y después ya se suben a la barra. Allí comienzan a hacer figuras con inversiones corporales, giros rápidos, deslizamientos, cruces de piernas y de brazos, hasta llegar a grandes acrobacias”.

Sofía Valentina, de 35 años, dice que tiene practicando pole dance hace aproximadamente cuatro meses. “Yo soy socióloga y mis padres no saben que practico pole, me da pena decirles. El único con quien lo compartí fue con mi novio. Mi primera motivación es que el ejercicio en el tubo es excelente para la tonificación de los músculos”.

Andrea Rojas, de 45 años, asegura que siempre ha sido una mujer activa pero buscaba algo diferente. “En el pole dance lo encontré, yo era más gordita y este deporte me ha ayudado a bajar de peso. Cuando te ves y te sientes linda, te aumenta la autoestima”.

Pole dance. Parte VI

Miss Pole Dance Venezuela

Joy Almenara no sólo es la directora de la primera academia de pole dance en nuestro país, sino que además, es la creadora del Miss Pole Dance Venezuela. Esta competencia comenzó el año pasado y consiste en la evaluación de ascensos, giros e inversiones corporales utilizando una barra vertical, conjugando conceptos de fitness, acrobáticos y de danza.

El Miss Pole Dance según Almenara se rige por los parámetros y reglamentos de la Word Pole Dance Federation, establecidos a nivel mundial para la realización de estos eventos.

Esta competencia a nivel nacional permite que mujeres de diversas escuelas participen. Joy explica que está prohibido usar la parte sensual, ya que se les mide netamente la parte fitness.

Según la página www.joypoledance.com.ve, este año el Miss Pole Dance Venezuela se realizará en el mes de agosto, y la ganadora participará en el Miss Pole Dance Sudamericano.

En la actualidad, el pole dance se ha convertido en una forma muy popular de realizar ejercicios y movimientos atléticos que incluyen ascensos, giros e inversión corporal. No sólo en Venezuela, sino en cualquier país, con esta creativa modalidad, además de quemar 600 calorías por clase, tonificar y moldear la figura, se aumenta la autoestima y la seguridad en sí misma de cada una de las mujeres que lo practican, se rescata la feminidad y se mejora el estilo y calidad de vida. “El pole dance es saludable, enriquecedor, artístico y no tiene limitación de edad ni peso”, puntualizó Almenara.